Todos hablan ya del nuevo anuncio de **IKEA**, en el que la empresa sueca hace un pequeño experimento con niños. Como es normal en estas fechas los más pequeños de la casa escriben una carta con sus deseos para los reyes magos. En esta ocasión también se les pide que escriban otra carta. Una carta para sus padres. El dilema lo tienen cuando se les pregunta por la carta que enviarían si sólo puedieran elegir una.
A principios de Noviembre, la conocida cadena de juguetes **TOYS R US** también lanzó su campaña de Navidad.
Aunque no podemos olvidar los intereses comerciales que se esconden detrás de estos anuncios, los mensajes que se transmiten son muy distintos.
IKEA promueve el hecho de pasar más tiempo con los peques de casa. En cambio, TOYS R US promueve el consumo que desde hace ya algunos años está desorbitado.
¿Qué hubiera pasado si la campaña de TOYS R US se hubiera enfocado en comprar un juguete para compartirlo con los niños que no son tan afortunados?
No soy publicista, ni mucho menos, pero sí que soy observador. Ya hace tiempo que me he dado cuenta de que lo que más nos hace falta es aprender de los niños, o mejor aún, recuperar esa ilusión y ganas de jugar que teníamos cuando éramos pequeños.
>”No dejamos de jugar porque envejecemos, envejecemos porque dejamos de jugar.” – George Bernard Shaw