La mayoría de las ciudades más grandes del mundo se encuentran en zonas costeras. Por tanto, son especialmente vulnerables a la subida del nivel del mar y el cambio climático.
Más de 1 millón de personas viven en Da Nang, en la costa este de Vietnam, una ciudad que también ha experimentado varios tifones mortales. Para hacer frente a este amenaza, las autoridades municipales decidieron desarrollar una estrategia global para hacer la ciudad más resistente. Entre las medidas introducidas estaba un regalmento que establece las normas de resistencia en la construcción de edificios y un sistema de crédito para ayudar a los residentes a fortalecer sus hogares. Esto llevó a la construcción de 244 viviendas resistentes a los tifones, que sobrevivieron íntegramente a la tormenta Nari con sus vientos de 130 km/h en 2013.
Estas medidas son sólo el primer paso, pero en Da Nang y en otras partes, la voluntad política ha demostrado ser un elemento decisivo de la resiliencia. La ciudad comparte ahora su experiencia con un grupo de ciudades de Asia, que se están preparando para el cambio climático. Mientras tanto a nivel global, varios grupos se están organizando, en particular alrededor del ICLEI – Gobiernos Locales por la Sostenibilidad.
Fuente original: Good Planet Foundation