En la actualidad existen maneras alternativas de conseguir financiación sin tener que recurrir al sistema bancario convencional: business angels, fondos de capital riesgo, etc. Pero si hay un modelo que está en boca de todos, y por el que especialmente está preocupada la banca, es el crowdfunding.
Mediante este sistema de microfinanciación colectiva, las personas interesadas en que un negocio o proyecto siga adelante, pueden realizar aportaciones económicas a cambio de participaciones, otro tipo de intercambio de interés mutuo o incluso puede que se haga de manera totalmente altruista, sin esperar nada a cambio de la empresa o proyecto que busca financiarse.
El crowdfunding (crowd -> multitud y funding -> financiación) probablemente haya existido siempre, pero ha sido mediante el uso de las nuevas tecnologías que ha llegado a expandirse rápidamente, siendo plataformas como Kickstarter o Indiegogo algunos referentes en Estados Unidos (en España podéis consultar el directorio de Consumo Colaborativo). Así por ejemplo, el 28 de Marzo de 2015 se cerró la campaña de “Pebble Time – Awesome Smartwatch” con 20M de dólares con 78.471 patrocinadores.
Un viaje de 12.000 kms en África para alejarse del capitalismo
Heini, 62 años, siempre ha sido inconformista y aventurero. Ya de muy joven, con 19 años, abandonó sus estudios para recorrer África en una Puch 50cc. junto con su mejor amigo. A lo largo de todo el recorrido, quedó fascinado por la belleza del continente y por la amabilidad y generosidad de sus habitantes: -“nadie tiene nada y sin embargo, todo el mundo tiene mucho“- comenta Heini.
Al regresar a casa después de tan largo viaje, empezó los estudios de medicina junto con su compañero de viaje Peter, como consecuencia de las terribles enfermedades y la desesperación que vió en África. Pronto se dió cuenta que todo aquello no le motivaba. Y después de suspender un examen, decidió perseguir la suerte en otro sector completamente distinto.
Sus primeros pasos en el mundo del zapato fueron como comercial de una firma danesa de calzado. Viajó a Dinamarca para contactar con dicha compañía, tomó prestado el dinero de sus amigos y familiares, y compró el primer lote de zapatos para venderlos en Austria. Nunca se le pasó por la cabeza recurrir a un banco para pedir el dinero. Años después, en 1980, Heini abrió su primera tienda de zapatos en Viena, GEA, y pronto crecería con cuatro nuevas tiendas a lo largo de Austria. En 1984, fundó la fábrica de zapatos Waldviertler, en la ciudad de Schrems. A día de hoy él mismo supervisa todo lo que pasa en la empresa, desde la producción hasta la distribución a cliente, donde además se mantienen los valores de humildad y generosidad que conoció en aquel viaje que realizó en África.
GEA se financia con éxito gracias al dinero de los ciudadanos, pero al sistema bancario no le gusta y toma medidas
Cuando los problemas financieros empezaron en GEA, Heini tuvo que pensar en la mejor manera de reflotar el negocio. Viendo los grandes costes que había tenido en publicidad, decidió publicar su propio boletín informativo con artículos o imágenes atractivas invitando a la reflexión personal junto con alguno de los productos que GEA comercializa. Esto es lo que se podría considerar en la actualidad el “marketing de contenidos“. Esta estrategia tuvo un enorme éxito, pues consiguió incrementar la facturación de la empresa en un 40%, pudiendo medir muy bien los costes en publicidad.
En 1999, Heini tuvo que afrontar de nuevo problemas económicos cuando el banco redujo el crédito de GEA de 12 millones de chelines austríacos a 9. En aquel momento tuvo que recurrir de nuevo al crowdfunding. Desde 2003, Heini ha conseguido 4,8 millones de euros de donaciones individuales para expandir la fábrica de zapatos. Pero fue en 2012, cuando tuvo que enfrentarse otra vez con el sistema bancario, pues la Autoridad del Mercado Financiero de Austria le acusó de ejercer actividad bancaria de manera ilegal.
Con 3 millones de euros aportados por 200 personas, GEA consiguió crear 100 puestos de trabajo. Más tarde, con el dinero recogido de 2.500 personas, pudieron crear la mayor instalación fotovoltaica de la región, generando el doble de electricidad que una empresa con 130 trabajadores necesita.
![Heini en una manifestación de soporte contra la FMA](https://josepcarrizo.com/wp-content/uploads/2016/07/heini-contra-el-sistema-bancario.jpg)
A pesar de seguir fabricando zapatos de manera artesanal, haber creado puestos de trabajo en la región vulnerable de Waldviertel y ser pioneros en el uso de energías renovables, la FMA (Financial Market Authority) le acusó de estar realizando actividades criminales y le pidió que devolviera el crédito que había conseguido de los inversores privados, una opción imposible por lo que hubiera supuesto para Heini y la compañía GEA.
Heini obtuvo la confianza y el soporte de multitud de ciudadanos, cosa que le animó a llevar el caso a la corte suprema de Austria. Finalmente perdió el juicio, pero su batalla supuso la modificación de la ley sobre el crowdfunding en el país.
En la actualidad, la fábrica de zapatos Waldviertler en la región de Waldviertel, declarada oficialmente como región en crisis, emplea a 170 personas y sigue adelante con su compromiso social y ecológico.
Heini menciona una frase del libro ‘Mystik and Widerstand’ de Dorothee Sölle. Es una frase que viene muy bien para situaciones como las que afronta en su día a día: “Infinitamente feliz, completamente audaz, siempre en dificultad. Todo esto forma parte del potencial de nuestras vidas“.
Referencias: