Conciliar el desarrollo económico y la protección del medio ambiente es posible. En 2008, el gobierno de Corea del Sur se comprometió a seguir este camino y poner en marcha una ambiciosa estrategia nacional de 5 años para el crecimiento verde destinado a fomentar el desarrollo de una economía baja en carbono, mientras que al mismo tiempo luchaba contra la crisis económica.
El país invirtió un 2% de su PIB (83.000 millones de dólares) en una amplia gama de medidas de eficiencia energética con el fin de dar soporte a las energías renovables y a la creación de numerosas empresas en el sector de la ecoindustria. El país también creó un mercado de emisiones de CO2. La inversión en I+D se multiplicó por siete entre 2002 y 2010.
Esta estrategia, denominada Green New Deal, permitió al país ahorrar el equivalente a 11 millones de toneladas de CO2 y crear muchos puestos de trabajo en el sector del medio ambiente. El país ha comenzado incluso a exportar su experiencia en el dominio.
Fuente original: Good Planet Foundation