Demasiado a menudo, las **mujeres** trabajan en el campo, pero no tienen los mismos derechos a la tierra o sus productos que los hombres. No obstante, su participación es un factor clave para el cambio y la mejora de la producción.
Esto se demuestra, por ejemplo, en el programa Food and Trees for Africa (Comida y Árboles para África) creado en **Sudáfrica** en 1990. Este apoya la **plantación de árboles** en Sudáfrica y fomenta la gestión de proyectos y pequeñas empresas agrícolas por parte de las mujeres. Más de 100 huertos de permacultura y jardines frutales se han creado en el marco del programa, donde varios cientos de mujeres han obtenido un empleo.

#####Recogida de té en la región Kericho de Kenya. Creado en Kenya en 1977 por la laureada premio nobel de la paz Wangari Maathai, el movimiento Green Belt es un enorme programa que ha visto plantados millones de árboles en el país (0°23’ S, 35°16’ E). © Yann Arthus-Bertrand / Altitude Photo
Hacer a las mujeres capaces de generar ingresos por su cuenta les ayuda a ser más autosuficientes y mejora la vida de sus familias. La plantación de árboles frutales también ayuda a los pobres a **mejorar su dieta**. Desde su creación, la ONG ha plantado más de 4 millones de árboles, lo que equivale a un ahorro de más de 1,5 millones de toneladas de CO2.
**Fuente original: [Good Planet Foundation](http://www.goodplanet.org/en/60solutions/feeding-the-world/women/)**