Mediante el uso de nuestros **bosques** de manera **sostenible**, podemos asegurar la supervivencia de sus ecosistemas y los ingresos que proporcionan. Es totalmente posible explotar la madera mientras se protege un bosque al mismo tiempo.
El Bosque Oso Blanco en **Canadá** demuestra este hecho. Este bosque simbólico en el oeste del país ha sido durante mucho tiempo un campo de batalla violento para ecologistas y madereros. Finalmente las comunidades nativas, las organizaciones, el gobierno y las empresas de madera han llegado a un acuerdo mediante la división del bosque en zonas y partes protegidas para uso comercial sostenible. Las áreas protegidas suman **14.000 kilómetros cuadrados** – la mayor superficie de bosque protegido en el mundo. Aunque las negociaciones continúan en algunos puntos, se muestra que el acuerdo entre intereses divergentes es posible.
Los productos originarios de los bosques organizados de esta manera suelen ser identificados por los logotipos como **FSC, PEFC o Rainforest Alliance**. Ninguno de ellos es perfecto, pero todos ellos promueven prácticas sostenibles que preserven el recurso a la vez que permite a la sociedad disfrutar de los ingresos de su explotación.
**Fuente original: [Good Planet Foundation](http://www.goodplanet.org/en/60solutions/feeding-the-world/sustainable-forests/)**