Las **tasas de congestión** pueden ser un buen método para reducir las congestiones de tráfico, y pueden ayudar a financiar el desarrollo del transporte público. Pero deben ser **aceptadas por la comunidad**. En el 2006 la ciudad de **Estocolmo**, en Suecia, organizó un referéndum para la introducción de este tipo de peaje.
A pesar de que hubo momentos en que el debate fue algo tormentoso, el proyecto se aprobó por un 53% de los votantes después de varios meses de pruebas. Un conjunto de cámaras situadas en los puntos de entrada a la ciudad, graba los números de matrícula de los vehículos que entran y salen de ella. De esta forma se aplica una tasa sobre las entradas y salidas.
Desde la implantación de esta tasa en Estocolmo en 2007, el **transporte público** ha crecido de forma importante y el volumen de tráfico ha descendido un 20%. Alrededor de un 68% de los residentes de la ciudad acuden ahora al trabajo a pie, en bicicleta o en transporte público. La emisión de gases de efecto invernadero se ha reducido entre un 10 y un 14% en la ciudad.
**Fuente original: [GoodPlanet Foundation](http://www.goodplanet.org/en/60solutions/living-together/congestion-charge/)**