La producción de residuos industriales es costoso para las empresas, como lo es la compra de materias primas. Y sin embargo, es posible reducir ambos al mismo tiempo.
Esto es lo que el proyecto “Simbiosis”, en el parque industrial Kalundborg en Dinamarca, nos ha demostrado durante 40 años. Así por ejemplo, el humo de la planta eléctrica de carbón se utiliza para hacer yeso en una fábrica cercana, mientras que su agua caliente se utiliza para calentar las casas locales. Los desechos orgánicos de una empresa se transforman en abono para otra, y así sucesivamente…
Estas estrategias industriales fueron posibles gracias a la cooperación entre diferentes sitios, han dado lugar a un ahorro de 3 millones de metros cúbicos de agua y una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de 275.000 toneladas de CO2 al año.
Fuente original: Good Planet Foundation