Ya hace poco más de un mes que regresé a casa después de cuatro semanas en Nepal. No acostumbro a leer demasiado la prensa. Miro poco la televisión, y prácticamente no escucho la radio. Pero estas semanas he estado atento a las noticias. Quería saber si en algún momento alguien hablaba de la situación que vive el Nepal. Y no me refiero al proceso de reconstrucción después de los terremotos. Me refiero a la falta de combustible, comida, medicinas o vacunas que está sufriendo el país como consecuencia del duro bloqueo que le impuso la India. Sigo en contacto con varias personas de allí, y me piden que hable de lo que está pasando hoy en Nepal.
Aunque parezca mentira, el mundo Occidental no sabe prácticamente nada de lo que está ocurriendo actualmente en el país del Himalaya. En uno de los últimos comunicados, Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF, daba la voz de alarma en advertir de las graves consecuencias que este bloqueo va a tener en la población de Nepal, especialmente en los niños y niñas, que ya tienen una vida algo complicada. Con la llegada del frío del invierno, la malnutrición y la hipotermia podrían acabar con la vida de miles de personas. Alrededor de unas 200.000 familias siguen viviendo en refugios temporales como consecuencia de los destrozos ocasionados por los devastadores terremotos de los meses de Abril y Mayo en sus casas. Si tenemos en cuenta que estas personas viven en altitudes superiores a los 1.500m, donde el frío es todavía mayor, podemos hacernos una idea de lo que está por llegar, una auténtica catástrofe.
Durante mis semanas allí, pude ver con mis propios ojos como los nepalíes sufrían las consecuencias de un bloqueo sin precedentes. Las colas en las gasolineras eran kilométricas. Los conductores hacían hasta 2 días de cola para poder repostar un máximo de 5L de combustible a un precio de 5USD/litro. Las largas colas también se formaron para rellenar los tanques de gas que algunas familias, escuelas o restaurantes utilizan para cocinar. Pero el bloqueo no se limita solamente al combustible, sino que las medicinas, la comida y otros bienes de primera necesidad también son retenidos en las fronteras con la India en el sur del país.
Por lo que sé, y por lo que pude leer en la prensa local. Nepal ha negociado un acuerdo con la China para el abastecimiento de combustible y otros bienes, pero la comunicación por carretera con el gigante asiático no es fácil, debido a que les separa el Himalaya, donde las condiciones meteorológicas tampoco favorecen el flujo de camiones en unas vías ya complicadas sin lluvia o nieve.
La falta de gas está haciendo que las familias opten por usar otros combustibles como la leña para poder cocinar en sus casas, un hecho que incrementa la contaminación interior debido al humo que inhalan y que en algunos casos acaba provocando neumonía. Así por ejemplo, el año pasado 800.000 niños menores de 5 años sufrieron esta enfermedad, de los cuales 5.000 murieron. La falta de combustible también afecta las ambulancias o los helicópteros, en muchos casos la única manera posible de acceder a algunas aldeas remotas con falta de comunicación por carretera.
¿Por qué India ha aplicado este bloqueo sobre Nepal?
La verdad es que cuesta creer que haya una razón de peso para someter al pueblo nepalí a un bloqueo como el que está sufriendo, y que podría acabar en un desastre humanitario de seguir así. Pero al parecer esto se debe a la primera constitución oficial aprobada el pasado 20 de Septiembre, un documento que sustituye la anterior constitución provisional aprobada en 2007 después de la guerra civil que enfrentó las fuerzas gubernamentales y los Maoístas desde 1996 a 2006.
La nueva constitución tiene algún punto que no gusta al grupo étnico de los Madhesi, que habita en el sur del país con una fuerte influencia hindú, y que parece que son los responsables (no lo creo) de los bloqueos en las fronteras. Según mi punto de vista, India sigue queriendo tener control sobre Nepal, que ha pasado de ser durante unos años un estado teocrático hindú a un país democrático con constitución propia.
Veremos lo que sucede en las próximas semanas. ¿Actuará la comunidad internacional o seguirá al margen como ha hecho hasta ahora?