Las comunidades se enfrentan a elevados costes para la recogida y tratamiento de **residuos**. Pero no cabe duda que se pueden reducir.
En 2002 la ciudad de **San Francisco** se comprometió en convertirse en “ciudad sin residuos” en 2020, con un objetivo intermedio del 75% de los residuos desviados desde los vertederos para el año 2010. Para conseguirlo, la ciudad presentó una amplia gama de iniciativas. Los sectores de la hostelería, el turismo y la construcción fueron los primeros en ser objeto de las autoridades ambientales, mientras que la población de la ciudad también se involucró activamente. Las bolsas de plástico fueron prohibidas en los supermercados y reemplazadas por bolsas de papel a cargo del cliente. A cada casa se le suministró tres cubos de basura: un cubo verde para el compostaje, un contenedor azul para el reciclaje y otro negro para el resto de los residuos. Los residentes podrían reducir su coste de la recogida de residuos domésticos al disminuir el volumen de residuos en su contenedor negro.
En 2010, **78,2% de los residuos de la ciudad fue reciclado o compostado**. Más de 300 toneladas de residuos orgánicos se convierten en abono todos los días. Y la ciudad ha reducido la emisión de gases de efecto invernadero en un 12% desde 1990.
**Fuente original: [Good Planet Foundation](http://www.goodplanet.org/en/60solutions/living-together/waste/)**